PRINCESA DARIAK Copyright 2007

miércoles, enero 12, 2011

Queridos amigos...

.. que aún continúan visitándome en este sitio, a pesar de mi prolongada ausencia en los suyos.

He estado trabajando en mi propia página personal, decidiendo continuar esta parte de la corrección de las Crónicas, de "La Espada que Nace de la Luna", en privado. Lo mismo sucederá con los poemas, o prosas poéticas de "AguA", y otras historias o ensayos que surjan desde este silencio interior que me sopla respirando algunas veces, y otras simplemente acomodándose en un rincón de mi alma.
Cuando esté concluida esta parte de las crónicas, podrán descargarla íntegra como libro virtual.

No cerraré mi puerta en Blogger, tan querida, al mundo de navegantes, sino que permanecerá así, abierta a cualquier comentario y/o saludo.. y les dejo la invitación para conocer mi nuevo lugar



Mi página está en construcción todavía, pero allí nacerá un blog nuevo, donde seguiré escribiendo éstas locuras mías, estos amores encontrados y desencontrados que me enseñan a vivir en libertad, respeto y confianza como bases fundamentales, y esa pasión fuego y agua que mantiene sus siclos indiferente a nuestro breve paso por esta existencia.
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Sigo siendo Dariak, guerrera, hija del Dragón y de la Luna. Ondulante en las aguas, ardiente en el fuego, vagabunda en el desierto, amparada en el rocío de un bosque en la penumbra. Llueve, y siempre lloverán los gratos recuerdos, amores y paisajes que habitan perennes en mi corazón.

Un abrazo a todos. No puedo prometer visitarlos todavía, aunque sé... que en algún momento lo haré.
Gracias por la paciencia.

Hasta siempre, aquí,  y los esperaré para darles la bienvenida, allá, en mi nuevo lugar.

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Patricia Rego, Princesa Dariak ... La Espada que nace de la Luna.

martes, enero 27, 2009

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Descalzo el cerro de hojas, en luces cada cirio ilumina, sonrisa de la noche blanca... Inmóvil el tiempo, instalado en el abrazo remonta, y tocan los dedos el velo gris de Montserrate. Y es el camino de piedra un manantial que besa los pasos desnudos, cada aliento es un descanso, cada beso resplandor, en auras vestidas de sueños, la cúspide, el cielo.
El aroma a canela en el pinar, dibuja ángeles en la vía sacra, el color duerme como un crepúsculo nonato... Huerto de ternuras, diciembre casto, salvaje y radiante; no necesitamos alas para volar, somos en el aire, brisa.